El género femenino representa el desorden, el permitirse el cuerpo erótico y voluptuoso, permitirse la lentitud, la fragilidad, la incertidumbre, la fluidez y descentralizar a los genitales para sentir en todo su cuerpo, es el cuerpo de la fiesta
El género masculino representa al orden, la vigorosidad en cuanto potencia/ frecuencia, la pornografía y su urgencia, la rigidez y evidencia del cuerpo/ encuentro, la simplicidad y centro único (genitales), la invulnerabilidad por ‘no permitirse’, y el festival sin ser la fiesta
En todos los cuerpos pueden alojarse todos los deseos y placeres (aún así, ninguna sociedad acepta esto y se determinan unas ‘normas’ que nos dificultan el buen goce y la interacción de objeto-sujeto de forma bidireccional)